Google sigue con mil cosas, entre ellas su nuevo sistema operativo. Se llama Fuchsia y se basa en un nuevo microkernel llamado “Zircon” y no en kernels Linux, como Chrome y Android. Descubierto en agosto de 2016 sin anuncio oficial sino como un misterioso código en GitHub, fue actualizado en mayo de 2017 con una interfaz de usuario.
Lo último de Fuchsia es que será compatible con las aplicaciones para el sistema Android, para las que ofrecerá soporte. Lo ha asegurado Google a través de un gerrit de desarrollo publicado en el proyecto de código abierto de Android (Android Open Source Project).
En esa actualización del código abierto, Google anuncia que el sistema operativo para dispositivos móviles en el que lleva trabajando dos años usará una versión específica del entorno de ejecución Android Routine (ART) para poder ejecutar aplicaciones Android.
Fuchsia OS es el proyecto en el que Google lleva trabajando dos años y del que pocas cosas se saben aún. Hace unos meses la compañía explicaba que este sistema no estaba basado en Linux y que emplea el Kernel Zircon de desarrollo propio, lo que lo diferencia de Chrome y Android.
Lo cierto es que, hasta ahora, Google ha sido bastante poco transparente respecto a Fuchsia. Según ha explicado la compañía del buscador, el entorno de ejecución en el que trabaja para este SO “se diferencia de los dispositivos Android habituales, ya que no se dirige a hardware específico”.
Fuchsia OS contará con soporte para dos tipos distintos de arquitecturas, tanto el paquete de desarrrollo de aplicaciones (APK, en sus siglas en inglés) ART64 como otra que ha denominado “x86_64” que podría hacer referencia a la arquitectura de escritorio AMD64.