La IA se usa más en países en desarrollo y la razón es la ciberseguridad

México es un país que todavía padece los temas de ciberseguridad y regulaciones alrededor de la tecnología. De hecho, esa es la razón por la que se suelen adoptar las últimas innovaciones del sector, como la Inteligencia Artificial generativa, mientras que en otros países desarrollados son más renuentes por temas de privacidad de los datos. De acuerdo con datos de la encuesta Inclusive Internet Index, un 74% de los participantes mexicanos dijeron entender bien qué es la IA y un 65% consideró que su impacto transformador será positivo , lo cual se refleja en una mayor adopción de la tecnología. No obstante, países como Francia, Japón y Canadá muestran niveles más bajos de comprensión y aceptación de la IA, una dinámica que, según el estudio, demuestra una mayor preocupación por sus implicaciones y, por lo tanto, una menor adopción.

“Si la gente está más renuente a adoptar esta tecnología es por miedo a la privacidad de sus datos ”, explica Santiago Fajer, director ejecutivo de la empresa de desarrollo de IA mexicana, Xira, quien agrega que la Ley de IA de la Unión Europea es un ejemplo de las medidas alrededor de la tecnología para controlar su alcance en términos de seguridad de la información. La Ley de IA de la UE entró en vigor el 1 de agosto pasado y se trata de primera ley de su tipo y alcance en el mundo, pues si bien pondrá los ojos sobre las grandes empresas tecnológicas, otras compañías quedarán bajo el paraguas de las normas, incluyendo aquellas que no son necesariamente del sector. El proyecto de esta legislación surgió en 2021, antes del boom de las herramientas de IA generativa, y de acuerdo con sus disposiciones, los riesgos de la IA se dividirán en cuatro categorías dependiendo el nivel de riesgo que puedan representar para los usuarios durante su uso. Las primeras dos categorías se refieren a riesgos nulos y mínimos, por lo que son las menos preocupantes, pero las de riesgo alto y crítico son las más relevantes debido al impacto que pueden tener sobre los usuarios, desde verse influidos por estas innovaciones en procesos democráticos hasta ser espiados. “Ese nivel de gobernanza de la privacidad de datos dista mucho de la situación de México, donde carecemos de leyes de privacidad de datos que cubran las implementaciones de la IA”, menciona el especialista. “Los mexicanos somos más abiertos a poder aceptar las tecnologías sin considerar sus consecuencias”.

En este contexto es importante resaltar que México es una de las regiones más vulnerables en términos de ciberseguridad. Según datos de Fortinet, en 2023 Latinoamérica recibió más de 200 millones de intentos de ataques y de ese total, México fu blanco de casi la mitad, con 94 millones.

A pesar de los riesgos, la IA puede agregar valor al trabajo de los mexicanos Fajer apunta que a pesar de las implicaciones negativas en torno a la ciberseguridad, México puede sacar ventaja de la adopción tan marcada de la IA, pues si bien en el pasado otras tecnologías fueron desconocidas en su primer periodo, en esta ocasión México tiene la oportunidad de sacarle provecho desde un inicio. Un ejemplo es el de las computadoras, pues resalta que en su época, Estados Unidos y Asia tuvieron ventaja como principales productores de esa tecnología, mientras México sólo veía ese desarrollo. No obstante, la IA ahora está disponible en el país y esto puede ser benéfico. Según datos de NTT Data para la región latinoamericana, a nivel empresarial México y Colombia son los
países más interesados en la integración de programas de IA en sus operaciones, mientras que el 71% de las compañías del país reconocen el gran potencial de la IA para sus negocios. Y si bien naciones como Estados Unidos, China o regiones como la UE son las punteras en el desarrollo de los grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés), Fajer puntualiza que no es necesario este tipo de tecnologías para implementar la IA a gran escala, pues también es posible optar por modelos más pequeños, especializados en labores más específicas, pero igualmente eficaces.

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