La IA está transformando la forma en que operan algunas empresas y ha introducido una nueva perspectiva para abordar y prever posibles desafíos laborales. Avedis Boudakian, fundador y CEO de Bunker DB, comentó que, en industrias como el marketing, estos desafíos se vuelven relevantes tanto para agencias como para las empresas que contratan sus servicios. “En algunos países, el manejo de datos será un reto, mientras que en otros, la escasez de talento especializado será la barrera más importante para el desarrollo de la IA en las empresas”, señaló Boudakian.
Un ejemplo claro es la interacción entre la IA generativa y la creatividad de los empleados, que provoca debates dentro de los departamentos legales. Además, la automatización de tareas podría tener un impacto significativo en trabajadores de fábricas o líneas de producción. En los almacenes de Amazon, por ejemplo, la IA se emplea para optimizar el almacenamiento y manejo de paquetes. Sin embargo, algunos trabajadores han acusado que su rendimiento es monitoreado y evaluado por estos sistemas, lo que ha generado controversia respecto al impacto en las condiciones laborales. En 2020, empleados de la empresa en Estados Unidos presentaron demandas contra la compañía, alegando que los estándares impuestos por los algoritmos aumentan la presión laboral. Tras casos como el de Amazon se han incluido cláusulas en contratos laborales que permiten el monitoreo mediante sistemas basados en IA. Un ejemplo es Microsoft, que a través de herramientas como Microsoft 365, analiza métricas laborales y las vincula a informes de desempeño. Según Daniel Malpica, vicepresidente de Cloud en T Systems México, “en áreas como el desarrollo de código, esto puede ser un reto, ya que algunas labores creativas son más difíciles de medir que otras”.
Reestructuración laboral En algunas industrias, la IA ha impulsado la reestructuración de las plantillas laborales, sobre todo en sectores con procesos repetitivos. Esto ha generado cláusulas contractuales que permiten ajustes de personal debido a la automatización. Aunque las empresas no siempre han sido transparentes sobre el impacto de la IA en las reducciones de personal, algunas, como Meta, Apple y estudios de videojuegos, han reducido equipos para integrar nuevas tecnologías. “Las empresas ven a la IA con mucho entusiasmo. Creen que traerá muchos beneficios, como tiempo libre para mejorar la competitividad y el desarrollo profesional. Pero también se enfrentarán a nuevos desafíos”, comentó Luciano Idesio, vicepresidente corporativo de Thomson Reuters en América Latina. Además, algunos contratos laborales ya incluyen cláusulas sobre los derechos de propiedad intelectual relacionados con el uso de IA. Los empleados que trabajan con IA pueden tener que aceptar que los productos o ideas generados por la IA pertenezcan a la empresa. Otro punto importante sobre las modificaciones contractuales tiene que ver con la privacidad y protección de datos personales. A medida que las empresas integran más sistemas de IA para monitorear y analizar el rendimiento de sus empleados, surgen preocupaciones sobre la cantidad de información personal que estas herramientas recopilan y procesan. Algunas de las tecnologías de IA utilizadas en las empresas son capaces de capturar grandes volúmenes de datos, desde patrones de comportamiento hasta detalles sobre la salud y el bienestar de los empleados. Esto plantea la necesidad de cláusulas en los contratos laborales que aseguren su protección, estableciendo límites claros sobre cómo se recopilan, utilizan y almacenan, así como los derechos que los empleados tienen sobre ellos. El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en Europa, por ejemplo, ha sido clave para establecer normativas que protegen la privacidad de los empleados en entornos donde se utiliza IA. En este sentido, los contratos pueden incluir disposiciones que exigen el consentimiento explícito del trabajador para el uso de herramientas de IA que recojan sus datos, o garantizar que estos solo se utilicen para fines específicos y legítimos dentro de la empresa. Este aspecto se está volviendo esencial para las empresas que desean evitar problemas legales, relacionados con la privacidad, mientras aprovechan las ventajas de la IA para optimizar sus operaciones
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