La adopción de la quinta generación en redes ha comenzado a colocarse este año como una prioridad para las empresas a nivel mundial, en especial las correspondientes a actividades productivas. México no ha quedado exento de esta tendencia, y es que al menos cinco de cada 10 compañías han asegurado que sus socios internacionales han comenzado a exigir la integración de 5G a sus operaciones con la finalidad de lograr eficiencias operativas, según el reporte State of Connectivity 2024 de Cradlepoint, filial de Ericsson.
Esta presión se ha acentuado en el sector de manufactura, donde siete de cada 10 compañías aseguran estar sujetas a introducir 5G para automatizar sus procesos. La mecanización de una fábrica tiene como resultado ahorros significativos para las empresas desde tiempo, personal, así como procesar mayores datos. La necesidad de las empresas de integrar cada vez más a la nueva red de telecomunicaciones dentro sus operaciones deriva del fenómeno nearshoring o la relocalización de fábricas en el país para reestablecer sus cadenas de suministro y con ello depender menos de Asia. “Este fenómeno económico (nearshoring) se está convirtiendo en un catalizador de las actualizaciones tecnológicas en todas las industrias, que necesitan mantener los estándares de conectividad exigidos por las cadenas de suministro internacionales de sus socios estadounidenses y canadienses”, apunta el reporte State of Connectivity 2024 de Cradlepoint. Sin embargo, México enfrenta un desafío crucial para atender la demanda de conectividad por el nearshoring: la insuficiencia de infraestructura de telecomunicaciones para 5G. El desarrollo de 5G en México inició hace poco más de dos años de la mano de América Móvil y AT&T, pero su densificación ha sido lenta debido a los grandes costos que implica la nueva red de telecomunicaciones como es el instalar diez veces más infraestructura, respecto a la que se tenía con 4G, así como integrar nuevas bandas de espectro, un insumo que en el país cuenta con los precios más elevados a nivel internacional. Se estima que hasta ahora la quinta generación en redes esté habilitada en 172 ciudades del país, de las cuales 125 metrópolis son activadas por Telcel y 47 por AT&T. Pero empresas como el operador de origen estadounidense han advertido que, si no se modifica el precio del espectro, la compañía no volverá a entrar en licitaciones para adquirir bandas idóneas para 5G, lo cual mermaría más el desarrollo de esta red. Para Carlos Perea, Senior VP de Cradlepoint para América Latina y Jonny López, Consulting Sales Engineer, es preocupante que en México aún no se cuenten con una estrategia que permita impulsar el desarrollo de 5G para hacer frente a la necesidad de conectividad que solicitan las empresas de industrias productivas, así como las que puedan llegar derivado del fenómeno del nearshoring. “La tecnología se vuelve clave para la competitividad de un país. Hoy tenemos clientes como Tesla que requieren tecnología en conectividad para realizar cambios en tiempo real para cualquier línea de producción de manera rápida, pero México tiene un retraso de tres años en el desarrollo de 5G y estos aumentan hasta cinco años en términos de casos de uso”, lamentó Carlos Perea, Senior VP de Cradlepoint para América Latina y Jonny López, Consulting Sales Engineer, en entrevista. La falta de un 5G pleno en el país ha tenido como efecto que cinco de cada diez compañías sufran entre una y dos horas de interrupción de conectividad promedio cada semana, provocando mayores costos en sus operaciones y daño reputacional, según el reporte State of Connectivity 2024 de Cradlepoint. Por ello, el directivo ha urgido a los candidatos a la presidencia a comenzar a perfilar propuestas y proyectos encaminados al desarrollo del sector de las telecomunicaciones, particularmente para el despliegue de 5G, que integren el costo del espectro y agilizar los permisos de colocación de infraestructura. De no modificar el desarrollo de 5G, el país podría perder la oportunidad de convertirse en un hub indsutrial. “Nos preocupa que hasta ahora los candidatos no cuenten con propuestas para impulsar la conectividad, pero sin duda es un eje que debe formar parte de sus agendas y más si queremos llegar a tener niveles de crecimiento como se ve en Asia quienes han comprendido que la tecnología es un aliado para impulsar a la economía. Tenemos una oportunidad para crecer, una que no pasaba desde hace más de 20 años y se nos puede ir de las manos”, advirtió el directivo.
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