Usar inteligencia artificial en tu día a día te puede ayudar a que las tareas del trabajo o que las planeaciones de vida sean más sencillas. Dos de los servicios que han crecido son ChatGPT y Microsoft Copilot , que se desarrollaron con el objetivo de ayudar a los usuarios a ser un asistente, aunque parezcan similares son muy distintas en el uso. Mientras Copilot se enfoca en un mercado oficinista, la herramienta de OpenAI está apuntando a un consumidor final y la clave para usar ambos con más precisión está en la manera que generas la solicitud.
Microsoft Copilot vs. ChatGPT Copilot está profundamente integrado con el ecosistema de Microsoft, como Office 365 (Word, Excel, PowerPoint, Outlook, etc.), lo que facilita la automatización de tareas y mejora la productividad. Puedes automatizar tareas repetitivas como presupuestos en Excel donde no se cambian las variables. Cuando estés interactuando con este chatbot lo importante es que le des contexto, una acción clara a realizar y sobre todo las herramientas de dónde se puede apoyar. Por ejemplo, puedes pedirle que revise los presupuestos de un área en específico en los últimos tres años y a partir de estos defina cuáles se vieron impactados por la inflación basando esto en índices externos. La herramienta es capaz de hacer esta labor en sólo unos minutos, pero tendrá que acceder a tus archivos históricos. Otra acción importante es que al momento que dé una respuesta le debes dar una calificación a su trabajo para que así pueda saber si está haciendo bien su trabajo. En el caso de ChatGPT la herramienta de paga puede ser mucho más útil, tanto en la versión de escritorio como en la aplicación, sin embargo tiene también el reto de que debes ser muy claro a la hora de pedirle una labor. A diferencia de Copilot, es más sencillo tener respuestas del chatbot sin activar una cuenta corporativa, por lo que también es posible que la información que te dé sea más general y con riesgo de cometer un plagio o tener información con errores. Para evitar que esto suceda, puedes pedirles a ambos que te den sus fuentes de consulta. Una diferencia que también tiene Copilot es que le puedes dar roles más ejecutivos o más casuales y dependiendo de esto te dará una respuesta más corporativa o más amigable. Si lo que quieres es que haga un itinerario de viaje corporativo tendrás que darle más detalles sobre el presupuesto diario, y adherir la planeación a un horario laboral, mientras que en la versión más casual te podrá dar detalles más amplios de actividades. Dado que Copilot puede acceder a datos sensibles, existe el riesgo de brechas de seguridad y problemas de privacidad si no se manejan adecuadamente. Además los usuarios pueden volverse dependientes del ecosistema de Microsoft, lo que puede ser un problema si desean cambiar a otras plataformas en el futuro. Cabe destacar que el tema del costo y la curva de aprendizaje que tiene es un poco más amplia que la que tiene ChatGPT, por lo que los usuarios deberán aprender a darle órdenes claras para que sea realmente efectivo.
¿Cuál es la mejor opción? Dentro de las funciones de cada uno de estos asistentes lo más importante es saber qué tipo de programas usas en tu trabajo diario y si estos programas son más afines a un servicio u otro. Ambos son más precisos en las versiones de pago, sin embargo debes tomar en cuenta que en el caso de Copilot tendrás que darle permiso para acceder a información que muchas veces no está bien clasificada y por ende deberás tener especial cuidado a la hora de darle permiso de leer información confidencial.
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