En esta edición de los Premios Nobel , dos científicos de Google y un exempleado del gigante de internet fueron galardonados con los premios de Química y Física, respectivamente. Además, ambos reconocimientos están vinculados con los avances de la Inteligencia Artificial. No es la primera vez que sucede que el capital privado es capaz de engendrar descubrimientos que cambian la humanidad. Pero parece ser que cada vez será algo más común. Estos son algunos ejemplos.
Siemens y la invención del microscopio electrónico Detrás de una revolución verde Empresas estadounidenses y Proyecto Manhattan Google y la Inteligencia Artificial Un ex Google que teme al poder de la IA
Ernst Ruska, un ingeniero alemán, ganó el Premio Nobel de Física en 1986 por la invención del microscopio electrónico. Su trabajo en este campo fue realizado mientras estaba en Siemens, una empresa clave en la industria de la tecnología. El invento permitió a los científicos observar las estructuras a escalas mucho más pequeñas que con los microscopios convencionales. Y, de este modo, aceleró los avances en los campos de biología, química y ciencias de materiales. Ruska comenzó su investigación sobre el microscopio electrónico en la década de 1930 mientras trabajaba en Siemens, donde se le permitió acceso a recursos técnicos y equipos que facilitaron su trabajo. Y en 1931, desarrolló el primer prototipo de microscopio electrónico, que utilizaba electrones en lugar de luz para magnificar las imágenes. El científico falleció dos años después de recibir el galardón. Los Nobel vinculados a la industria de los fertilizantes, como Fritz Haber y Carl Bosch, ganadores del Nobel de Química (1918 y 1931, respectivamente) por desarrollar el proceso Haber-Bosch, que permitió la producción masiva de fertilizantes nitrogenados. Ambos científicos desarrollaron este proceso en empresas químicas como BASF, lo que revolucionó la agricultura. BASF se benefició enormemente de este desarrollo, convirtiéndose en un líder en la industria de fertilizantes y productos químicos. El proceso Haber-Bosch no solo ayudó a estabilizar el suministro de alimentos, sino que también impulsó el crecimiento económico en el sector agrícola y en otras industrias relacionadas en todo el mundo, algo conocido como revolución verde. Sin embargo, pasados los años, también se descubrió que el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados llevó a la contaminación del agua, crecimiento de algas en cuerpos de agua y afectaciones a la biodiversidad. En el ámbito de la física, el trabajo en el Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial generó varios laureados en las décadas siguientes, como John van Vleck y Frederick Reines, cuyas contribuciones a la física de partículas y el desarrollo de tecnologías nucleares fueron fundamentales. Muchos de estos avances se realizaron en laboratorios financiados por el gobierno y asociados a grandes empresas tecnológicas. Algunas de ellas eran Dupon, una compañía química fundamental en la producción de plutonio y que diseñó y construyó los reactores y plantas de separación de plutonio. Otras empresas involucradas fueron: Westinghouse Electric, General Electric, entre otras. Finalmente, los Premios Nobel de Física y Química 2024 están vinculados a Google debido a los logros de varios investigadores de DeepMind, la división de inteligencia artificial de Google. En particular, Sir Demis Hassabis y John Jumper, ambos de DeepMind, recibieron el Premio Nobel de Química por su trabajo en AlphaFold2, un modelo de IA que ha revolucionado la predicción de estructuras de proteínas. Este modelo puede predecir la estructura de casi todas las 200 millones de proteínas identificadas hasta ahora, lo que tiene enormes implicaciones para la biología y la medicina. El Premio Nobel de Física 2024 fue otorgado a Geoffrey Hinton y John Hopfield por sus contribuciones en el campo del aprendizaje automático. Hinton es considerado el “padrino de la inteligencia artificial” y renunció a Google advirtiendo sobre la posibilidad de que la IA tome el control de las actividades humanas algún día. Al renunciar, indicó que lo hizo no para criticar a Google y sus avances en el campo de la IA, sino para expresar sus ideas libremente: Me fui para poder hablar sobre los peligros de la inteligencia artificial”, señaló en 2023, a través de su cuenta de X. Entre sus miedos están los peligros para la diferenciación entre lo que es real y no, por parte de los usuarios, en internet. Pero también la combinación entre chatbots más inteligentes que los humanos y “malos actores”. En una entrevista para la BBC, señaló que “Esto permitirá a los líderes autoritarios manipular a sus electores”.
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