Durante décadas, la palabra inglesa ‘grooming’ ha sido utilizada para describir a aquellas personas que, con el fin de atacar sexualmente a menores de edad, primero se ganan su confianza o la de su familia. Es una actividad que puede suceder en cualquier lugar, desde centros comerciales hasta iglesias y clubes deportivos.
Con el surgimiento de internet y de las redes sociales, el término comenzó a utilizarse para referirse a quienes utilizan diferentes estrategias para ganarse la confianza de niños y jóvenes, antes de abusar sexualmente de ellos en el mundo real. Entre sus tácticas la más utilizada consiste en crear perfiles falsos en que se hacen pasar por menores, artistas famosos o empresas (como agencias de modelaje), por ejemplo.
Los perfiles falsos suelen:
- Usar imágenes de niños y niñas tomadas de otros sitios web
Poner datos de gustos e intereses muy generales. - No tener una gran actividad ni interacciones frecuentes con sus supuestos amigos.
- Las personas que realizan grooming suelen frecuentar cuartos de chat y servicios de mensajería instantánea, en los cuales direccionan a los niños hacia los perfiles falsos.
- Estas herramientas también les permiten hacerles preguntas a quienes charlan con ellos y hacer comentarios para generar confianza.
Maricela Contreras Luján, diputada del PRD, dibujó el perfil de las personas que a través del “grooming” buscan la compañía de menores de edad.
“Una vez que se ha ganado la confianza de los menores de edad, se busca obtener de ellos imágenes o videos con contenidos sexuales. Esto es algo muy grave, porque no solamente es que se busque que los menores se fotografíen así mismos, hombres y mujeres, sino que con el paso del tiempo se logra tener contactos físicos y sexuales con los menores, entonces, este es un tema que ha sido poco estudiado, pero que con frecuencia está presente en nuestra sociedad”.
Para ello, la Asociación de Internautas ha emitido una serie de recomendaciones que enseñan a los padres a reaccionar ante estos delitos de la mejor forma posible.
Almacenar pruebas
La primera de las medidas consiste en no borrar ningún contenido del teléfono o el ordenador afectados. Tanto conversaciones como imágenes y vídeos enviados deben guardarse para posteriormente poder utilizarse como prueba, y es recomendable incluso almacenar capturas de las mismas.
Una vez identificado el perfil del acosador, es aconsejable bloquearlo primero. Al denunciarlo, los administradores del servicio pueden eliminar el perfil y perder las pruebas almacenadas, además de que esto puede animar al delincuente a crearse una nueva cuenta.
Denuncia inmediata
Paralelamente, es necesario que los tutores del menor denuncien de forma inmediata cualquier caso de grooming a los cuerpos policiales, juzgados de guardia o la fiscalía de menores. También es posible presentar una denuncia anónima en las webs de los cuerpos de seguridad o contactar con una oenegé especializada en ciberacoso.
Ante estas situaciones, la Asociación de Internautas ha recordado la importancia de apoyar a los menores que sufren este tipo de ciberacoso, evitar hacerles sentir más culpa y mantener una buena comunicación con ellos y ellas para hacerles salir de esta situación.