La compra de productos de segunda mano ha cobrado mayor relevancia tras el paso de la pandemia, y en el caso del mercado de teléfonos móviles esta tendencia ha sido benéfica. Solo este año, a nivel mundial, se estima que se comercializarán 334.7 millones de smartphones usados , lo que significa un crecimiento de 8.1% de manera interanual, según datos de la consultora Statista.
¿Por qué los usuarios compran smartphones de segunda mano?
La industria de segunda mano de terminales móviles ha sido impulsada gracias a factores como la conciencia ambiental, donde las personas buscan aprovechar al máximo un dispositivo electrónico, antes de tirarlo a la basura, sumado al factor económico en el que la inflación ha generado mayores retos para adquirir un teléfono de última generación. México no ha quedado fuera de esta tendencia. De cada 100 teléfonos que son adquiridos, 10 ya corresponden al mercado de segunda mano, gracias a que son hasta 40% más económicos respecto a los de última generación, lo que aumenta las expectativas de crecimiento de esta industria en el país. Jorge Palacio, CEO de Clevercel, empresa dedicada a la venta de dispositivos reutilizados que opera en Colombia, Perú y México, reveló que este año espera facturar 30 millones de dólares por la comercialización de teléfonos usados, lo que implica más del doble de los 13 millones de dólares que registró en 2023. De hecho el país sería el mercado clave para lograr su objetivo. Por ejemplo, el iPhone 13 tiene un costo de 13,999 pesos en una MacStore, pero en una tienda de segunda mano es posible adquirirlo por 7,890 pesos. “En México cada vez hay un mayor interés por acceder a un teléfono de segunda mano debido a que tiene un precio más asequible, respecto a los nuevos. Hay una gran parte de la población que el tema económico lo limita a comprar un teléfono aunque sea de una gama baja”, aseguro el directivo de Clevercel. En México el 5.2% de la población aún cuenta con un teléfono 3G -que sólo permite enviar mensaje y realizar llamadas- debido a las presiones económicas que aún sortea el país por la inflación, según datos de la ENUTIH 2022. Chiapas es una de las entidades que enfrenta los mayores retos para adquirir un teléfono inteligente, ya que para comprar un dispositivo móvil de la gama más económica, tendrían que invertir hasta el 72% de sus ingresos. Según datos de Clevercel, el 30% de sus ventas provienen de la Ciudad de México y Estado de México, mientras que el 70% vienen del resto de las entidades del país.
Alianzas con los grandes operadores de telefonía El mercado de teléfonos de segunda mano es nutrido gracias a las alianzas que se tejen entre los operadores de telecomunicaciones y las empresas de este ramo. Clevercel, por ejemplo, dijo que cuenta con acuerdos con Apple, Telcel y otros operadores de telefonía móvil para adquirir sus teléfonos de segunda mano, a través de los programas de recambio o recompra de celulares usados. Telcel, AT&T y Telefónica cuentan con esquemas que permiten a los usuarios canjear sus dispositivos móviles como bono económico para adquirir un nuevo teléfono con tecnología 5G. Apple también tiene su programa Apple Trade In para que los usuarios obtengan un crédito por el valor de su dispositivo actual y usarlo para comprar uno nuevo. Otro ejemplo es Samsung, que también canjea smartphones por otros productos de la marca o un nuevo teléfono. El directivo de Clevercel aseguró que previo a comercializar los dispositivos en su e-comerce, la compañía se cerciora del buen estado de los mismos, desde la batería hasta el sistema operativo, para ofrecer una garantía del equipo por hasta 12 meses. “Gracias a estos acuerdos todas las semanas tenemos inventarios nuevos disponibles para la venta, además nos da la posibilidad de vender los equipos con financiamiento sin intereses a quincenas con Kueski o Mercado Pago”, refirió Palacio. Pero la industria de segundo uso de teléfonos aún enfrenta retos para incrementar su penetración en el país como en el mundo. Una de las principales barreras es generar confianza en los usuarios, puesto que muchos aún consideran a este tipo de objetos como robados o con problemas técnicos. “México como en América Latina es donde más persiste la desconfianza de los teléfonos de segundo uso, pero intentamos combatir esto a través de la transparencia de su origen y en la garantía. Creo que es importante que las personas pensemos más en este tipo de teléfonos como una opción para ayudar a reducir la huella de carbono y el impacto ambiental”, dijo el directivo de Clevercel. Además de la opción de Clevercel, existen otras plataformas como Amazon Renewed donde se hace un diagnóstico de los teléfonos para reacondicionarlos y después venderlos en el e-commerce.
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