¿ Se acabó la magia de las salas de cine ? Es una cuestión que merodea sin descanso a las grandes cadenas de cine en el país debido a que los usuarios, cada vez más cautos en sus gastos, han mostrado una mayor inclinación por mirar películas a través de plataformas de streaming que asistir a las salas cinematográficas.
Esta tendencia se ve reflejada en los números. Las plataformas de streaming como Netflix, Max, Disney y Amazon Prime facturan más que los cines. Sólo al cierre de 2023, las empresas de video bajo demanda reportaron ingresos por 25.7 millones de pesos mientras que los cines 14.6 millones de pesos, 11.1 millones de pesos menos, según datos de la consultora Statista. La evidente diferencia de ingresos entre las streaming y los cines proviene de la baja asistencia a las salas de cines. Las cadenas como Cinemex y Cinepolis vendieron 218 millones de boletos al cierre del año pasado, un aumento del 19.9% en comparación con los 181 millones de tickets de 2022, pero aún por debajo de los más de 300 millones de boletos que comercializaban previo a la pandemia. “Vemos que a veces los cines tienen un repunte de venta por ciertas películas pero esto no quiere decir que se estén recuperando, al contrario, muestran una gran dificultad para hacer que las personas regresen al cine y esto se debe a que el streaming es ahora la forma de ver películas y series”, aseguró Radamés Camargo, analista de la consultora The Ciu.
El costo de ir al cine El costo de ir al cine es uno de los principales motivos por los que el cine no logra retomar sus márgenes de taquilla y en su lugar ayuda a posicionar a las plataformas de streaming como principal medio de entretenimiento audiovisual. El precio de los boletos pasó de costar 45 pesos en 2019 a 80 pesos en promedio este año, casi el doble. A esta cuota se suma el gasto de alimentos y bebidas que también han sufrido incrementos. Un consumidor termina pagando más de 400 pesos por una salida al cine. Mientras que una plataforma de streaming como Max cuesta 99 pesos y tiene una vigencia de un mes para acceder a varias películas como series. Además está la posibilidad de mirar los estrenos cinematográficos en menos de 90 días. Plataformas como Max desde su lanzamiento permite a los suscriptores disfrutar de los estrenos cinematográficos en su plataforma sólo 45 días posteriores de haberse proyectado en las salas de cine. Y ahora diversos usuarios prefieren esperar un tiempo para mirar un estreno en plataforma para evitar gastos. Este fenómeno pasó con la película Furiosa, de la saga Mad Max, estrenada en mayo. Las expectativas de éxito, en términos de recaudación de ingresos, eran altas, pero los resultados estuvieron por debajo de lo esperado. La cinta en Estados Unidos recaudó solo 150 millones de dólares de los 160 millones de dólares de lo que costó. Sin embargo, ahora que la película está disponible en streaming, se ha colocado como una de las más vistas en formato digital. Desde la pandemia, el gasto se ha colocado dentro de los mexicanos como el principal motivo para acceder o prescindir de un producto debido a que la inflación ha mostrado un comportamiento desacelerado. “En mercados como el mexicano el tema del precio pega mucho al bolsillo y vemos que el costo de los boletos de cine han subido de precio e incluso muestran una clara segmentación o discriminación como es acceder a salas especiales que permiten tener una mejor experiencia de la película, pero a cambio de un costo mayor”, explica el especialista.
Apuestan por la nostalgia Las cadenas de cine han buscado varias opciones para retomar el vuelo frente a las streaming, pero hasta ahora no ha funcionado. Cinépolis, por ejemplo, fue la cadena que quiso hacer frente a Netflix abriendo su propia streaming donde los usuarios podían comprar una película, pero la estrategia no funcionó y la empresa se vio obligada a cerrar en mayo del año pasado. Ahora toman otro camino: la nostalgia. Cinemex ha comenzado exhibir ciclos de clásicos del cine como es el Padrino y próximamente Interestelar, cuyas películas en su momento fueron grandes éxitos taquilleros. Pero Radamés Camargo considera que aunque es interesante la estrategia, no es suficiente para incrementar sus ingresos y en especial para enfrentar a las plataformas de streaming, quienes también cuentan con estos títulos en sus catálogos. Y es que las empresas de video bajo demanda, aunque se encuentran en un punto complejo para abonar a más usuarios por sus incesantes cambios de modelo de negocio, siguen representando una opción más asequible para acceder a diversos títulos cinematográficos. “Veo muy complicado que los cines vuelvan a los indicadores de 2019 porque las circunstancias son muy diferentes ya sólo con las streaming, pero quizá con su estrategia de volver a exhibir clásicos pueda ayudarlos a mantener el ritmo de ahora”, dijo el especialista.
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