Resolver rompecabezas tiene múltiples beneficios que van más allá del entretenimiento tanto para los mayores como para los más pequeños de la casa: ayudan a mejorar la concentración, aumentan la memoria y ejercitan la mente; y también son idóneos para trabajar la motricidad fina y reconocer mejor las formas y colores. Hemos seleccionado cinco rompecabezas para hacer en casa (o durante las vacaciones) este verano.
Serpientes mágicas de Rubik
Con este puzle 3D se pueden crear múltiples formas: desde animales a figuras geométricas. Adecuado a partir de 3 años, está disponible en distintos tamaños y colores. Para su uso hay que crear una línea recta y a partir de ahí girar los triángulos para hacer figuras. Indicado para jugar solo o con amigos a modo competición, es un juguete ligero y fácil de usar, por lo que es perfecto para llevarlo a todas partes.
Rompecabezas 3D de madera
Creado en China con el nombre Kong Ming Lock (debido a que se basaba en la construcción de los edificios antiguos), la edad recomendada para realizarlo son 6 años ya que, al contener piezas pequeñas, no es conveniente para jugadores más pequeños. Compuesto por piezas de madera, para resolverlo hay que encontrar la manera de encajarlas entre ellas y formar una construcción.
Rompecabezas de metal
Este rompecabezas es más complejo que los anteriores, por eso es adecuado a partir de los 14 años. En él, pequeñas piezas de metal están unidas y son aparentemente imposibles de separar: cada alambre tiene una forma diferente y una solución distinta al resto. Además, sirve para trabajar la paciencia y la coordinación.
Star Spinner
Por un lado, es un cubo de Rubik que hay que resolver de la forma tradicional, ayudando a mantener la atención, adquirir conceptos de lógica y matemáticas y ejercitar la memoria. Por otro lado, es un spinner que gira a gran velocidad, por lo que potencia la motricidad fina y la destreza manual, además de combatir el estrés y la ansiedad.
Caja Escape Room
La cerradura de las cajas secretas de madera son rompecabezas que hay que resolver para poder abrirlas. En este caso, consta de 52 piezas de madera que hay que combinar, para lo que se tarda (la primera vez) unos 40 o 50 minutos. Una vez se sabe ‘la combinación’, la caja se puede utilizar para guardar cualquier objeto.